Emilio Pujol
Nacio en el año 1886 en Granadella/Lérida - m. 1980 en Barcelona De iz. a der. de pié: A. Segovia y M. Llobet / De iz. a der. sentados: D. Fortea y E. Pujol (Foto: por cortesía de Lolita Padilla) Entre las figuras gigantes de Llobet y Segovia, se situa inmediatamente la de este guitarrista, compositor, musicólogo y sobre todo eminente pedagogo español. La pasión por el arte despierta en él a temprana edad, y en 1898 su padre lo lleva a Barcelona para proporcionarle allí una educación adecuada, asignándole también un profesor de solfeo y otro de lengua francesa.
En pocas lecciones aprende a tocar la bandurria, con la que es admitido en la "Estudiantina Universitaria"; con ella emprende su primer viaje a París en 1898. En el curso 1899-1900 es matriculado como alumno libre en la Universidad de Barcelona para preparar su ingreso en la Escuela de Ingenieros, a cuya carrera pretenden dedicarle sus mayores. Estudia, pero no con la concentración debida, pués en realidad lo que más le atrae es la guitarra construída por Enrique García que posee su hermano mayor, con la cual a escondidas aprende a tañer varias piezas de oído.
Su padre, aunque decepcionado por las inclinaciones del muchacho, accede entonces en 1902 a dejarlo estudiar con Francisco Tárrega. Años más tarde Pujol escribiría "Tárrega", ensayo biográfico): "Con el transcurso de los años llegamos a darnos cuenta de la decisiva transcendencia de ciertos momentos de la vida en los que el germen de una vocación reveladora, adueñándose de nuestro albedrío, nos impulsa y guía por insospechados derroteros hacia el fin de nuestro destino. Uno de esos momentos fue aquel que la Providencia puso en mi camino, por vez primera, a Zárrega.
Su atractiva presencia personal unida a la revelación de un arte capaz por sí mismo, y especialmente en mis manos, de hacer sentir mayor aprecio a la humana existencia, fueron desde entonces senda que había de conducirme hacia la cumbre de todos mis afanes. Mi padre, queriendo distraer mi convalecencia de una grave enfermedad recién vencida y conociendo mi gran ilusión por la músicay mi amor por la guitarra, quiso complacerme encomendándome al mejor maestro conocido en aquel entonces. No dejó de conmoverme aquella generosidad de mi padre, que en su fuero íntimo tenía un pobre concepto de la guitarra por considerarla impropia del verdadero arte.
Era una tarde del mes de abril de 1902 cuando, en compañía de mi padre y de mi hermano Juan Antonio, al que debía yo mi afición, nos presentamos en casa del artista, en la calle de Valencia. Jamás podré olvidar la impresión de aquella entrevista." A partir de ese momento, junto a Fortea, Llobet y Robledo, entre otros, Emilio Pujol se consagra como uno de los discípulos predilectos de Tárrega y más adelante en el más activo continuador de su escuela. Su primer recital público data de 1907, ofrecido en el "Círculo Tradicionalista" de Lérida.
En 1909 está instalado en Madrid completando sus estudios de armonía y composición en el Real Conservatorio, bajo la guía de Agustín Campo, discípulo de Aguado; aquí también actua en centros ulturales y en el Ateneo, cuando le sorprende la muerte de Tárrega. Gracias a la intervención de un amigo, el pintor Pablo A. de Béjar, consigue en 1911 participar en una "soirée" de la corte organizada por la infanta Isabel, a la que asisten SS.MM. los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Por esa época toca con guitarra García, y en 1912 se hace con un ejemplar de Torres, de 1863, que anteriormente había pertenecido a Antonio Cano.
Ese mismo año actua en la Academia "Granados" y para la "Sociedad Wagneriana", ambas de Barcelona, y ofrece su primer recital en el Bechstein Hall (14.12.1912), hoy Wigmore Hall, alternando con el pianista Conde Souza. Tras realizar varias giras por España y volver a Londres, en 1914 (tres presentaciones, dos de ellas patrocinadas por la princesa Beatriz de Battenberg), en 1918 emprende su primer viaje a Hispanoamérica. Como consecuencia de una epidemia de gripe, que afecta asimismo a Pujol, llega con retraso a la gira que se le había organizado; Domingo Prat y Juan Carlos Anido, el padre de la concertista de igual apellido, no se resignan y ellos mismos le preparan una serie de conciertos que, como los anteriores en España y en Londres, causan sensación. La revista "Wagneriana" comenta: "En todo el programa, Pujol hizo verdaderamente maravillas de interpretación, por la seguridad de sus acordes, la pureza, la linea, la sonoridad dulce y suave, la deliciosa gradación de colorico (desde el limpio fortísimo al pianísimo impecable), la sorprendente pulcritud en el conjunto sonoro.
El público recibió al Sr. Pujol con toda cortesía, que fue transformándose en entusiasmo y terminó en una serie de ovaciones." "Ultima hora" (14.5.1919) coincide: "El Sr. Pujol cerró anoche la serie de conciertos de manera tan magistral, que su recuerdo quedará imborrable." Es a partir de 1921, año en que se hace escuchar como concertista en Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Checoslovaquia y Gran Bretaña, cuando el nombre de Pujol comienza a alcanzar la consagración como virtuoso de elevado rango. En 1923 se casa en París con la guitarrista andaluza Matilde Cuervas, con la que en adelante compartirá triunfos en escenarios, y, poco después, cada vez más interesado por el pasado histórico de la guitarra, aprovecha sus viajes de conciertos para frecuentar archivos y bibliotecas de las principales capitales europeas.
Fruto de estas investigaciones es el estudio histórico-didáctico sobre la guitarra desde su origen, que figura en el tomo XXIV de la Enciclopedia de la Música y Diccionario del Conservatorio de París (Delagrave, 1926); lo es, también, sus primeras transcripciones de la obra de los vihuelistas españoles del siglo XVI y guitarristas del siglo siguiente, publicadas posteriormente por Max Eschig, en París, a través de una edición dirigida por Pujol bajo la denominación de "Bibliothèque de Musique Ancienne et Moderne pour Guitare". En 1930, segundo viaje a Hispanoamérica, esta vez formando dúo con Matilde Cuervas: Buenos Aires, Rosario, La Plata, Montevideo, etc. Por lo general, Pujol toca solo la primera parte; Matilde, también sola, la segunda; y ambos juntos la tercera. Otras veces son conciertos-conferencias sobre "La Guitarra y su historia".
La estancia allí, en Argentina, resulta fructífera y hasta trascendental para Pujol, pues en ella se produce la firma de contrato con Romero & Fernández para la publicación del método "Escuela Razonada de la Guitarra", cuyos dos primeros volúmenes entrega estando aún Pujol en Buenos Aires y que alcanzarían rapidamente calurosa acogida universal. Igualmente, ese mismo año (1930) sale a la luz "La Guitarra y su Historia", de sus conferencias impartidas en Europa y América, y el opúsculo "El dilema del sonido", éste editado en tres idiomas y que resume el origen de las contraversias suscitadas por los dos sistemas de pulsación en la guitarra: el de la yema y el de la uña.
Por esa época, Pujol tiene su residencia habitual en París; Llobet le escribe desde Barcelona indicándole que, según le había informado Segovia, estaba próximo a caducar el contrato de la tumba de Sor, en Montmartre, y que hiciera todo lo posible para que sus restos ne fueran a parar a una fosa común; Pujol busca en los archivos, encuentra la inscripción y renueva el contrato (5.3.1932). Emilio Pujol, Pablo Casals y Gaspar Cassadó en Siena Prosigue la actividad concertística y de investigación y esta última lo lleva a descubrir en el Museo Jaquemar André el primer ejemplar de vihuela conocido hasta entonces (6.1.1936), de 1500, del que el constructor Miguel Simplicio le hará una copia exacta y le entregará el 7 de abril, justo el día en que cumple los cincuenta años de edad. Poco días después, el 23 de ese mismo mes, y dentro de los actos del III Congreso Internacional de Musicología, ofrece la primera audición de la obra de los vihuelistas españoles, cuatro siglosdespués de haber sido escrita, en el "Casal del Metge" de Barcelona, colaborando con él Conchita Badia en las piezas para canto y vihuela.
Si como intérprete, según los comentaristas de su época, es Pujol un artista de corte clásico puro, apasionado, rebosante de entusiasmo, pulcro y sugerente en cada frase musical, austero, conciente y honesto, al que solo le interesa transmitir la belleza del arte, sin importarle otra cosa, como pedagogo su labor marca un hito en la historia de la guitarra contemporánea. "La bondad, - son comentarios de Armando Marrosu, uno de sus tantos discípulos, la generosidad, el entusiasmo y la modestia del Maestro en contraste con su profunda cultura, son para mí motivos de alegría y de emoción. Sus lecciones siempre de elevado nivel artístico, se colman de calor humano y de poesía; en toda ocasión nos ofrece asimismo una lección de vida de valor incalculable. Las virtudes didácticas del Maestro, su obra de composición, transcripciones, trabajos de musicología y como historiador, son universalmente reconocidas.
Su Escuela Razonada de la Guitarra es actualmente el método más valido y completo como base para la formación del guitarrista. Es una obra colosal que alcanza el punto más elevado de virtuosismo en el cuarto libro, donde el guitarrista puede hallar la solución y todo problema técnico e interpretativo que se le presente. Con un lenguaje fascinante, el Maestro nos enseña a servir el Arte con humildad; nos enseña a expresar el verdadero significado de la Música sin dejarse atropellar por el gusto del público a cuya educación podemos y debemos contribuir, enriqueciendo la calidad de nuestro repertorio." Se inicia en la enseñanza a partir de 1945, dirigiendo una cátedra de Vihuela histórica y su Literatura en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona, creada en su honor; en 1946 pasa a dirigir un curso de guitarra en el Conservatorio Nacional de Lisboa, y en 1947 otro en la Escuela Normal de Música de París.
Andrés Segovia, convaleciente de una operación, le pide que lo sustituya en el curso de Siena de 1953, a lo cual accede Pujol, y es tal el entusiasmo que despierta entre los alumnos por su sistema pedagógico, sus profundos conocimientos y dotes humanas, que el Conde Chigi, intuyendo el prestigio que habría de significar para la Academia la presencia de Emilio Pujol en el claustro de sus profesores, lo invita a dirigir un nuevo curso de Vihuela y Guitarra barroca; este se sostiene sin interrupción durante nueve años (1955-63), hasta que problemas de índole diversa obligaron a la supresión de varios cursos, entre ellos el de Pujol. Fue este, probablemente, el más importante de los cursos impartidos por él en su carrera como pedagogo, junto con el de Vihuela, Laúd y Guitarra, que lleva su nombre, iniciado en Lérida en 1965 y continuado en Cervera, que reuniría en torno suyo en fraternal camadería a guitarristas llegados de todo el mundo.
La cantatriz Ma Adelaida Robert, acompañada a la Vihuela por E. Pujol. (Palacio Ducal de Vila-Viçosa (Portugal) Entretanto han aparecido sus transcripciones y estudios de los tratados de Narváez, en 1945, de Mudarra, en 1949, y de Valderrábano, en 1965, publicados por el Instituto Español de Musicología, de Barcelona, además de centenares de transcripciones de autores de todas las épocas, obrasoriginales, y el ensayo biográfico "Tárrega", de 1960. Entretanto, también, ha muerto su esposa, Matilde Cuervas, en 1956, contrayendo matrimonio siete años más tarde con la cantante portuguesa Maria Adelaide Robert.Sigue trabajando, dictando cursos, atendiendo a las peticiones que constantemente le hace sus numerosos discípulos, dando conciertos, conferencias, investigando, escribiendo, y así continuará hasta fechas muy cercanas a la de su muerte, ocurrida cuando ya se aproxima a los noventicinco años de edad.